Guanche es el nombre que se aplica a los aborígenes de la isla de Tenerife. Los cuales habitaban en ella antes de 1496, cuando el pueblo castellano conquistó la isla.
La palabra guanche, en el un principio, solo se refería a los aborígenes de la isla de Tenerife. La principal razón, es que la cultura de Tenerife ha sido la más estudiada y difundida.
Sin embargo, con el paso de los años se ha extendido al resto de islas, designando a los aborígenes de todo el archipiélago.
En su origen, los guanches llamaban a la isla de Tenerife, “Achinech”, se trata de una expresión cariñosa traducida como “he aquí mi tierra”.
El origen de la civilización guanche sigue siendo actualmente una incógnita.
Pero existen documentos relatados por los descendientes de los primeros guanches donde explican la llegada de sus antepasados.
Según ellos, llegó un grupo de 60 personas a la isla, entre ellos se unieron y formaron un hogar en lo que hoy se conoce como Icod de los Vinos. Aunque, no saben desde donde venían. Es por esto, que la procedencia de los aborígenes sigue siendo una incógnita sin resolver.
Las dataciones más antiguas del pueblo aborigen se obtuvieron en un yacimiento arqueológico de Icod de los Vinos. En la conocida como Cueva de los Guanches. A través de estos yacimientos, se sitúa la llegada de los primeros aborígenes alrededor del siglo VI a.C.
Antes de la conquista, se calcula que habitaban la isla aproximadamente 15.000-20.000 habitantes. Los territorios más poblados eran los que se encontraban en el norte de la isla. Dado que poseían unas mejores condiciones ambientales.
El sustento principal de los guanches era la ganadería, concretamente cabras y ovejas, aunque también poseían cerdos.
Se dedicaban principalmente al pastoreo trashumancia, es decir, se trasladaban por todo el territorio. En verano se trasladaban a las altas montañas alrededor de Las Cañadas del Teide. Mientras que, en invierno, aprovechaban las zonas medias y costeras.
La agricultura era importante, pero de manera complementaria a la ganadería, pues era muy rudimentaria. Cultivaban cebada, trigo y legumbres. Con los cereales, una vez tostados y molidos hacían, el conocido, gofio. Además, recolectaban frutos como bicácaros, higos o moras de zarza.